En Solán, cada pieza es creada a mano mediante la técnica de cera perdida, un proceso que transforma la cera en plata ley 925.

La plata es un metal noble y duradero, pero como todo lo vivo, cambia con el tiempo. Puede oscurecerse ligeramente si no se usa con frecuencia o si se expone al sol, al perfume o a cremas.

Para mantener su brillo natural, intenta guardar tus joyas en un lugar seco, lejos de la luz directa, y límpialas ocasionalmente con un paño suave. No les pasará nada si te lavas las manos con ellas, pero cuidarlas hará que te acompañen por muchos años.

En Solán creemos que cada joya tiene una vida propia, cuanto más la usas, más se vuelve parte de ti.

Cuídalas, y ellas cuidarán de ti.